"El hombre tranquilo" elegida la mejor película de John Wayne
MADRID.- “El hombre tranquilo”, protagonizada por John Wayne en 1952, fue elegida la mejor película del actor estadounidense por 35 representantes de la cultura y la política españolas con motivo del centenario del nacimiento del artista.
“El hombre tranquilo” fue dirigida por John Ford y dejó de lado el género western que caracterizó al binomio Ford- Wayne, al contar el regreso a Irlanda de un boxeador que emigró a Estados Unidos. La pareja cinematográfica de John Wayne en este filme fue la actriz Maureen O’Hara.
La verdad es, el cine no es mi gran fuente de conocimientos, si puedo comentar alguna que otras cosas, pero hay alguien muy especial en mi vida, que es toda una experta, y me ha enviado esta hermosa biografia sobre este afamado actor , que con toda su experiencia y eficaz sentido para redactar como decimos "lo que le de la gana" muchas gracias... gracias por compartilo conmigo... y yo, lo comparto con ustedes mis lectores que muy pronto tendran el placer de leer directamente su espacio.
EL ULTIMO VAQUERO
JOHN WAYNE, QUE SUCUMBIO AL CANCER EN 1.979, CUMPLIRIA HOY CIEN AÑOS
Marion Robert Morrison no era el nombre más adecuado para el viril y masculino John Wayne, “el mejor actor de Holywood” para John Ford, a cuyas órdenes mató a infinidad de indios. También luchó contra japoneses y alemanes, y como lo hizo en nombre de EE.UU. se le perdonó todo. Icono americano y paradigma del héroe, esta carismática estrella hubiera cumplido hoy un siglo, aniversario que el Festival de Cannes ha celebrado con la exhibición de dos de las más de doscientas películas que protagonizó el que para muchos millones de espectadores es y será siempre “El último vaquero”.
Como ya existía “El rey”- Clark Gable-, el actor más taquillero del cine norteamericano y controvertida figura pública por su ideología conservadora, fue apodado cariñosamente Duke (“El duque”). Fiel al alcohol, al tabaco y, sobre todo, a sus amigos, entró en el cine por azar y en una ocasión confesó que era el primer sorprendido por su carrera. “No hago gran cosa, solo vender sinceridad”, dijo en cierta ocasión.
En posesión de un solo Oscar por la película “Valor de ley”, trabajó con los mejores directores de su época, entre los que se pueden citar a John Ford, Howard Hawks, William A. Wellman, Michael Curtiz, aunque su carrera estuvo marcada por el primero, de quien fue buen amigo y estrella fija en sus repartos. Con él filmó en “Ford Apache”, “El hombre tranquilo” y “El hombre que mató a Liberty Valance”, como las más sobresaliente.
Wayne siempre dijo que debía su carrera a Ford, ya que éste le dio su primer trabajo como extra y recomendó a Raoul Walsh que le hiciera pruebas para protagonizar con tan solo 23 años la película “La gran jornada”. Como su nombre no resultaba comercial, fue Walsh quien se lo cambió por Wayne. Nueve años más tarde, en 1939, Ford lo lanzó a la fama con la mítica y genial filme “La diligencia”.
Su aspecto duro, curtido y atlético le permitió encarnar como ningún otro al vaquero y al militar como una concepción ancestral de la justicia. Personificó el Oeste clásico, aunque también tuvo sus momentos románticos y de comedia, incluso se convirtió en oriental en “El conquistador de Mongolia”.
Wayne no tuvo fácil el camino al éxito. En la década de los treinta del siglo pasado participó en numerosos westerns de serie B y llegó a ser el “rey del Oeste barato”. Pero pronto se olvidó esta etapa y entre 1949 y 1972 rara era la película por él protagonizada que no entraba en el “top ten” de la taquilla.
Protagonista de numerosas películas bélicas, pese a que no se alistó para combatir en la II Guerra Mundial, también se colocó detrás de la cámara en “El Alamo”, ejerció como productor y cerró su carrera con un broche de oro con “El pistolero”, película en la que, de alguna manera, interpretó su propia leyenda, al meterse en la piel de un viejo vaquero enfermo de cáncer que busca la mejor forma de morir dignamente.
Durante años se labró la imagen del americano que lucha por hacer el bien. “Nunca renegaré de mis ideas, que llaman, tendenciosamente, de derechas”, solía decir, llegando a simpatizar con la cruzada anticomunista del senador McCarthy y sus listas negras. Igualmente apoyó a Ronald Reagan como candidato para gobernador de California.
Wayne se casó con Josefina Saenz, quien le dio cuatro hijos; después con Esperanza Bauer y Pilar Pallete, con quien tuvo tres hijos y a la que no dejó nada en su testamento. Sonados fueron sus romances con Marlene Dietrich y el filtreo con su secretaria.
Acostumbrado a las peleas, en los últimos años de su vida inició una batalla contra graves enfermedades, operándole de un cáncer de pulmón, le implantaron una válvula en el corazón y le extirparon el estómago. Cuenta la leyenda que un día que salía de un hospital después de haber recibido tratamiento, una nube de fotógrafos le esperaba. Wayne desechó la silla de ruedas “porque tengo una reputación que mantener”, explicó a los médicos y enfermeras.
El legendario actor falleció un 11 de junio de 1979 , a los 72 años de edad. Antes de morir pidió a su familia que su epitafio en castellano fuera “Feo, fuerte y formal”, pero el último vaquero no vio cumplido su deseo.
Ya muy lejanos quedó la figura de un hombre de andares chulescos, sombreros de ancha y pistolas cargadas por el diablo que hoy, día de su centenario, dispararía contra este homenaje tardío, pero escrito con el corazón.
P.D. Excelente Articulo, no creen?? como decimos... mejor de ahi se daňa, muchas gracias nuevamente, un abrazo.