Cine

"EL PERRO BOMBERO"

Puede llevar a los pequeños y sus abuelos

SANTO DOMINGO.- Y puede hacerlo porque este film es uno de esos que los norteamericanos denominan “family films”, o sea, una historia para que todos en la familia puedan verla sin que haya la más ligera alusión o insinuación que pueda molestar a los niños o a los ancianos. Y la historia es la de Rexxx (así, con la x tres veces repetida), un perro actor que es famosísimo y valiosísimo y que, un mal día, al fallar un dispositivo de logística, cae sin paracaídas desde un aeroplano mientras se rodaba una escena de acción. Y ese Rexxx, a quien todos en los estudios cinematográficos creen muerto o, por lo menos, perdido, todo sucio y despeluñado luego de caer en un camión de carga, va a dar a un pequeño pueblo donde es adoptado por Shane Foley, un chico hijo del jefe de bomberos de la localidad, y que anda en malos pasos porque no le gusta estudiar, porque se siente sólo y abandonado, le hace falta la madre, etc., etc., etc. Ya nos parece estar viéndoles a ustedes imaginándose el resto: chico solitario y algo rebelde, perro maravilloso que sabe de todo (más que la mayor parte de los políticos del patio), y el padre jefe de bomberos, pues lo más natural es que la historia vaya por un vía que es propia de este tipo de cine. Y esa vía es la del Shane que dejará de ser un chico solitario, que volverá a estudiar, que se hará muy popular, mientras el Rexxx, cargado con sus Xs, hará fehacientes demostraciones de lo que nadie piensa puede hacer un perro “viralatas” (porque nadie sabe que es un famoso actor, por supuesto), convirtiéndose en el héroe del pueblo. Es por tan sencillas razones que les instamos a que hagan una especie de “día de campo”, pero sin campo. O sea, que organicen un día de su fin de semana y planifiquen (con su buen dinero en el bolsillo, como es natural) una excursión a una sala de cine donde estén presentando esta comedita, pero llevando a sus hijos pequeños, de cuatro o cinco años en adelante, y a los abuelos, mientras más viejos sean mejor porque, recuerden, los ancianos, cuando ya andan rondando los 80, son como niños. De esa manera, advertirán, chicos y ancianos la pasarán riéndose con las payasadas del Rexxx y su amigo Shane, no les importará un pito que algunas de las cosas que hace el perro sean inimaginables, nadie rezongará aduciendo que no hay perro que pueda hacer ciertas cosas, y tal vez el único sacrificado será usted, padre de familia rondando los cuarenta que sí se percatará de las tonterías de este tipo de cine pero que, aún así, esperamos sonría no por las ocurrencias del perro y el muchacho sin ante la felicidad plena de sus familiares, chicos y ancianos. Eso es lo mejor que se puede decir de esta... perrería. P.D. La verdad es que a mi sobrina le encanto, la disfruto bastante, en lo que a mi respeta por igual me rei bastante con ella a la verdad.