El Amor cabe en una mirada
La música se esparce sobre este hermoso sueño leve.
Ninguna riqueza puede hacer que la humanidad avance. Y no importa que quien la maneje tenga esa intención. El dinero sólo conduce al egoísmo y llevar sin ningún atenuante a cometer abusos.
¿Seríamos capaces de pensar en un Moisés, Cristo o Gandhi recibiendo subsidios de Carnegie?
Alguien a quien se mantuviera aislado desde el momento de nacer, no trascendería la etapa más elemental de los sentimientos y sería difícil imaginar su pensamiento. Todo cuanto recibimos: recursos materiales, morales y espirituales provienen de la comunidad y de muchas generaciones de personalidades organizadas y creativas. Personalidades que un día descubrieron cómo usar el fuego, otro cómo cultivar vegetales, otro la máquina de vapor…
El significado del individuo proviene de pertenecer a la especie humana. Esta comunidad conduce su existencia y espiritual desde el primero hasta el último día de su vida. No sería posible imaginar el desarrollo comunitario ni el del propio individuo dentro de ese ámbito, sin la existencia de personalidades creadoras con pensamiento propio.
La salud de una comunidad tiene estrecha relación con la independencia de los individuos y su relación dentro de ella. Con toda razón se afirma que la cultura greco-romana-norteamericana, y puntualmente el Renacimiento italiano que terminó con la parálisis intelectual del medioevo, se basa en la libertad y separación relativa de cada individuo.
Sería esperanzador que el historiador del futuro llegara a ver las enfermedades sociales de nuestros días como padecimientos infantiles de una humanidad que desea superarse, y que dichos padecimientos tuvieran como origen la velocidad excesiva de evolución cultural. A primera vista, es correcto conceder nuestro amor más grande a quienes más contribuyeron a enfatizar el significado del hombre y su vida. Pero es difícil responder cuando nos preguntamos quiénes fueron esas personas.