Cuando yo me vaya
Dejaré mi equipaje
En esta estación.
Ascenderé al infinito
Con las manos llenas
De lo que dejé sembrado
En mi amado jardín.
Muchos años han pasado
Y estoy preparada
Para poder emprender
Mi partida sin retorno.
En mi viaje
No habrá despedida,
No deseo que nadie
Sea testigo de esta ausencia.
La inmensa ventaja
Que tendrá esta partida
Es el poder sentir
Que dejo recuerdos
Llenos de sentimientos.
Verdaderos amores
Dejo aquí plantados
Espero sus semillas
Sigan brotando.
Los sinsabores
Los dejo enterrados
Son nubes que pasan
Sin dejar secuelas.
Nada humano es perenne en esta vida
Solamente el amor, porque jamás se olvida.
Y con la lealtad
De lo que dicta mi conciencia,
Me iré segura sin mirar atrás.
También espero
Que mis poesías
Se vayan en mi nave,
Para compartir conmigo
En esa nueva mansión.
Al marchame
Lo haré satisfecha de mis hechos,
De mis acciones y justicia.
Echaré de menos
A los que abandono.
No tengo miedo ni presentimientos
Menos aún, no me estoy muriendo.
Con gusto disfruto
La gracia del cielo.
Me siento valiente, no me estoy rindiendo
Hoy, como siempre,
Agradezco a la vida
Que todavía continúo viva.
El resto, queda en manos de Dios…
“La muerte es la auténtica justicia”