En la busqueda del sentido de la existencia
A veces me pregunto y probablemente tú también lo has hecho: ¿cuál es el sentido último de la existencia? ¿de estar vivos? ¿para qué estamos en este planeta? En mi muy particular punto de vista considero que estamos aquí para aprender, y crear un cambio en nuestra conciencia; alguna vez escuché que “el ser humano es el único animal que cae en la misma trampa dos veces”; ¿te has fijado que hay errores que repetimos varias veces? Y a nivel mundial sucede lo mismo: guerras, hambre, luchas de poder, fanatismo, etc.
Hace algún tiempo vi un programa de televisión que me dejó muy impactada y se refería a la celebración de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, y lo que percibí fue lo siguiente: observé imágenes de…dolor, desolación, tristeza… la sombra del sufrimiento plasmada permanentemente en Auschwitz, Polonia… fantasmas… de más de un millón de personas quienes ahí vivieron el mismo infierno y que murieron en su mayoría en hornos crematorios y cámaras de gas, cuyas cenizas posteriormente fueron usadas como aislante térmico en construcciones de madera, fertilizante o arena para cubrir los caminos.
Pero, regresemos a 60 años atrás al día 27 de enero de 1945: el Ejército Rojo libera a 9,000 hombres, mujeres y niños del campo de concentración de Auschwitz; lamentablemente no persiste ninguna prueba escrita del genocidio que se llevó a cabo ahí, únicamente los testimonios de los sobrevivientes: no quedaron registros, ni pruebas estadísticas, nada… ya que los nazis las destruyeron antes de la llegada de los rusos.
No hay mucha diferencia ante las injusticias que vemos de manera diaria en los medios masivos de información.
Hablando del sentido de la existencia… entre los personajes célebres que sufrieron en Auschwitz, podemos contar a Víctor Frankl: creador dentro de la Psicología de la corriente llamada Logoterapia y la cual se centra en la búsqueda del sentido de la existencia y en el poder incuestionable del espíritu humano.
A quien los nazis tatuaron con un número para identificarlo en el campo de concentración, hacen perder a su esposa su primer hijo, y sacrifican a su madre a los 65 años de edad en Auschwitz, sumado esto al martirio que él mismo tuvo que padecer durante su estancia en este campo, y canalizó su sufrimiento de manera positiva y constructiva para la humanidad.
En palabras de Victor Frankl: “Los pacientes acuden a terapia porque dudan del sentido de su vida o desesperan de poder encontrarlo”, a veces seguramente te has preguntado: ¿A dónde voy? ¿En dónde estoy? ¿Hacia donde voy?
¿Ha habido cambios reales en nuestra conciencia y humanismo desde 1945?
Ocasionalmente me inclino a pensar que no, sin ir muy lejos aun en esta nueva era que le llamamos siglo 21 sigue habiendo racismo, maltrato, guerras sin ningun fin, violencias, etc.; los sistemas de tortura y maltrato tiene muy poca diferencia a los pasados... quizas un toque moderno... o mejor dicho mas refinados... pero aun asi llegan a cumplir su mismo fin...
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